
El tiempo apremia. Quiero que el hombre sepa lo más pronto posible que lo amo y que siento la más grande felicidad estando con él, como un Padre con sus hijos.
Hé aquí el verdadero objeto de mi venida:
1) Vengo para eliminar el temor excesivo que mis criaturas tienen de mí, y para
hacerles comprender que mi alegría está en el ser conocido y amado por mis
hijos, es decir, por toda la humanidad presente y futura.
2) Vengo para traerles la esperanza a los hombres y a las naciones. ¡Cuantos la
han perdido desde hace mucho tiempo! Esta esperanza les hará vivir en paz y
con seguridad, trabajando para la salvación.
3) Vengo para hacerme conocer así como soy. Para que la confianza de los
hombres aumente contemporáneamente con el amor hacia mí, el Padre, que
tiene una sola preocupación: velar sobre todos los hombres, y amarlos como
hijos.