FELIZ EPIFANÍA PADRE

«Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra».

Mateo 2, 10 – 11

PRIMER DOMINGO DEL AÑO 💙

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN

DESPUÉS DE LA CONSAGRACIÓN FORMAL

“Gracias, Padre Eterno, por la vida que me has dado. Hoy me consagro en cuerpo y alma a seguir Tu Voluntad; que la ayuda y sabiduría del Espíritu Santo me guíen y que sea Jesucristo el ejemplo y amor a seguir.
Me uno a las manos de mi Madre Celestial para que me guíe por el camino de la verdad y permita que en mi mente no haya malos pensamientos, de mi boca nunca salga una mentira y que mis manos nunca cometan actos impuros.
Libérame de las ataduras del pecado y que en el Nombre de Jesús, toda la humanidad se arrodille y reconozca quién es el Salvador de las almas.
Que el miedo nunca se apodere de mis sentidos y que mi corazón sea purificado en el Amor de Cristo Jesús.

Amén”.

EN ESTE INICIO DEL NUEVO AÑO OREMOS A DIOS PADRE

En este primer día del Año, pidamos a nuestro Amado Padre Dios
que Restaure, Repare, Reconstruya cada parte
dañada de nuestro ser, para ser transformados,
ser cómo Él Quiere que seamos, para lo que fuimos creados.

Gracias Padre Bueno por otro año más de vida.
Y Bendícenos para el nuevo año que inicia 🌻

«Que Seas Conocido, Amado y Glorificado por todos tus hijos, como Padre de Toda la Humanidad»
💙Amén 💙

CONSAGRACION A DIOS PADRE POR INTERCESIÓN DE SAN PÍO DE PIETRELCINA

Padre de bondad y misericordia,
fuente inagotable de vida y felicidad,
te pido, por intercesión de San Pío,
me concedas ser semejante a él:
sencillo y humilde, como las florecillas del campo,
libre y alegre, como los pájaros del cielo;
pobre y laborioso, como su san Francisco,
porque confío en tu Amor y en tu Gracia.
Hoy te ofrezco libremente cuanto soy y cuanto tengo:
deposito mi pasado en tu misericordia,
encomiendo mi futuro a tu providencia
y me quedo tranquilo como un niño pequeño
en brazos de su madre cariñosa,
tratando de vivir un día a la vez.
Te entrego mi memoria,
mi inteligencia y mi voluntad.
Te consagro mis fuerzas y mis límites:
tómame como soy y haz de mí
como hiciste de Pío de Pietrelcina,
un buen cristiano y un honrado ciudadano
que te alabe sirviendo a mis hermanos.

Amén.