DIALOGO 04 (I) EL AMOR POR MIS CRIATURAS – DIOS PADRE HABLA A TODA LA HUMANIDAD

Diálogo dado a Y María Del Getsemaní

HERMOSOS DIÁLOGOS DIDÁCTICOS PARA LA HUMANIDAD

DIÁLOGO 4:

EL AMOR POR MIS CRIATURAS

(HABLA DIOS PADRE)

Pequeña, ¿Sabes de lo que te quiero hablar hoy domingo?

No, Abba

Del Amor tan grande que Mis Hijitos suscitan en Mí.

Mira, Pequeña: un Padre cualquiera -y cuanto más un buen padre e imagina la dimensión de un Padre que os ha creado, que existen en su idea desde siempre- tiene, tengo, Pequeña, un Amor tan grande por Mis criaturas (veo un volcán tranquilo humeando como si respirara y hombres a sus faldas, también tranquilos) que no os lo podéis ni siquiera imaginar. Son Mi Mismo Corazón y no lo saben, no lo aquilatan, no lo atesoran. Yo, Dios Padre, -sí, Pequeña- Yo podría haber prescindido de vosotros, pero es claro, es obvio que vosotros no de Mí, porque simplemente no existirían.

Pero en Mi inconmensurable Amor Decidí crearlos porque cabían más y más criaturas para darles Mi Inmenso Amor, sostenerlas y mantenerlas: por eso, por Amor los he creado; y para compartir con ustedes el Don de la Creación de la existencia; no los he creado para Mi Placer, sino como quien da que recibe el mayor placer en el simple acto de Dar, así es con ustedes: DarMe a vosotros es lo más grande, mucho, muchísimo más que lo que ustedes atesoran, o creen que vale pero no es nada, ni un soplo.

Pequeña, estos momentos son terribles porque están yendo en contra de la misma razón y motivo por el cual fueron creados que fue para Amar y Ser Amados por Mí, Su Padre Celestial. Rechazan Mi Inmenso Amor y eso -Pequeña- hiere y lastima Mi Inmenso Corazón de Padre.

¿Qué padre no vendería todo lo que posee si con ello salvara la vida de una de sus crías? (Abba me recuerda cuando mi sobrino tuvo cáncer y la familia no escatimó en su ayuda, incluso llegué a pensar que si mis padres hubieran tenido que vender su propia casa, lo hubieran hecho.) Así como ustedes, que son malos, son capaces de quedar sin casa por ayudar a uno de sus hijos; Yo, Vuestro Padre Celestial, soy capaz, y Lo Hago, de permitir que Mi Casa, es decir el estrado de Mis Pies pero donde radica gran medida de Mi Amante Corazón, sea destruida por Salvarlos a ustedes: Ese es Mi Amor.

Que no me duela ver Mi Creación convulsa y sufriente, a Mis animalitos como los tratan, Me duele –Pequeña- Me Duele. Yo los creé para alimento y compañía vuestra, no para que los maltrataran de tan aberrantes maneras.

(No, Pequeña, sé que Mis pequeñas criaturas que son tus compañeras de vida, más que los mismos hombres, te pueden muchísimo; pero trata de concentrarte en el tema que te digo, no te disperses en ello).

Sí, Abba.

Si tuviera que deshacer Mi Tierra y volverla a hacer, y con ello ustedes entendieran lo que quiero deciros, lo haría; es por eso que permito éstos que llaman catástrofes o desastres naturales, en Mi afán por salvarlos permito que se destruyan partes de Mi Tierra para que ustedes despierten de su letargo.

Mi Hija Amadísima, Mi Amada e Incansable Peregrina: La Santísima Virgen María de Nazaret, sigue tocando corazones para llevárselos a Mi Amadísimo Hijo Jesucristo, pero ya son tan pocos los que no le cierran la puerta, casi con grosería, a Mi Perfecta Criatura.

No es –Pequeña- que Mi Paciencia tenga un tope o límite sino que Yo tengo que respetar Mis propios Decretos y Leyes, como el libre albedrío que Yo les regalé. Yo -Pequeña- no puedo dar un regalo y si no hacen lo que Yo mando, quitarlo. No, Pequeña. Puedo llamarlos, seducirlos en el amor, pero no puedo ir contra Mis Propias Leyes. Ningún un rey de la tierra que se precie de serlo, lo haría. Así que tengo que respetarlo.

Ustedes se enojan, se enfurecen porque no cambio, porque no me ajusto a sus caprichos.

¡SOIS CRÍOS BERRINCHUDOS Y MALCRIADOS QUE QUIEREN MANDAR EN CASA DEL PADRE Y ESO NO ES POSIBLE! ¿QUÉ PADRE, ENTRE USTEDES, PERMITIRÍA -SIN REGAÑOS, ALICIENTES Y LLAMADAS FUERTES DE ATENCIÓN- QUE DESTRUYAN SU CASA E HICIERAN LO QUE QUIERAN, DAÑÁNDOSE UNOS A OTROS Y FALTANDO EL RESPETO AL PADRE?

LA RESPUESTA ES: NINGUNO.

Si ustedes que son tan imperfectos tratan lo mejor que pueden de respetar un cierto orden, ¿cómo esperan que El Mismo Padre del orden y la Creación no lo haga?

¿Acaso han imaginado lo que sería la vida sin el orden que Yo establecí?

La respuesta es simple: No habría vida.

Estos mecanismos que He Inventado o Creado no los pueden detener ni modificar, aunque se crean muy sabios (Abba se ríe de ellos).

Haz de cuenta que quieren robar tu casa, la toman por la fuerza y no los puedes echar pero luego de ese asalto, -Pequeña- se enojan porque no bendices y ves con buenos ojos aquello.

Es ridículo e imposible lo que quieren: Que, además, bendiga el pecado porque les estorban Mis Leyes y les pica la conciencia. En vez de cambiar ustedes para ajustarse humildemente a Mis Leyes. ¡Quieren y pretenden que Yo cambie Mis Leyes Eternas! y llevan este pensamiento erróneo a los extremos más aberrantes, como el aborto, los juegos con la genética, las guerras, quisieran exterminar a los que no son como ustedes; los ricos y poderosos, aniquilar a Mis pueblos morenos, negros y asiáticos.

Mi Amor por ustedes es inconmensurable pero lo es aún más por Mis hijitos que más Me necesitan. Siempre el Padre protege más a quien más lo requiere. Todas Mis razas son igual de amadas por Mí, ni una más o ni una menos: No hago distinciones tontas, como las hacen ustedes; pero, como cualquier padre de la tierra, Me uno más a aquellos que quieren estar Conmigo, que Me aman, que Me obedecen, que responden a Mis Llamados y a Mi Amor. Es natural, dirían ustedes.

¿Y qué he de hacer con los hermanos que mantienen como secuestrados, lejos de Mi Amor, a millones?

¿Qué he de hacer con los que siembran el terror, la guerra y las mentiras?

¿Qué harían ustedes, pregúntenselo, qué?

¿He de dejarlos seguir indefinidamente en su maldad…? ¿Es eso acaso una opción para un hombre justo entre ustedes, condonar el mal?

No, Mis Pequeños han tenido tiempo suficiente para cambiar, si eso es lo que deciden; tienen todos los medios para conocer qué y cómo hacerlo y, por si fuera poco, ahí está Mi Hija Amada con sus tantas apariciones y mensajes y Mi Hijo rogándoles para que entren a Su Amante y Seguro Corazón.

PERO HAN DECIDIDO ¡NO HACERLO! Y NO PORQUE NO SEPAN, SINO PORQUE NO QUIEREN.

¿Qué He de hacer con ello?, pregúntense. Quieren que diga que “sí”, que sigan es su maldad y que voltearé para otro lado; pero no lo haré. No puedo permitir que sigan dañando a Mis Hijitos, abusando de ellos, asesinándolos, matándose unos a otros y destrozando, en los vientres de sus madres, a Mis más frágiles y, por ello, amantes criaturitas.

Sus niveles de maldad, instigados por el Maligno, son lo más aberrante que se ha dado en este mundo malévolo que han creado. Así -Mi Pequeña- que si quieren, en el ejercicio de su libre albedrío, seguir por el camino del abuso, la vanidad, la soberbia, la indiferencia y la destrucción; SÉPANLO AHORA QUE HE DE INTERVENIR CON MANO DURA, así que vuelvan su rostro a Mi Hija que sabrá guiarlos al puerto de la Salvación. Pero el barco zarpa ya, es una embarcación pequeña que recoge a los rezagados: Tómenla o quédense a vivir lo que ustedes mismos han sembrado y les digo ahora: SU COSECHA ES AMARGA EN GRAN MEDIDA, PERO MI FRUTO ES DULCE.

Si prefieren la hiel al vino quédense como están, si no; vengan, tomados de la mano de Mi Hija.

Son los últimos llamados, Hijitos ingratos y aun así tan Amados por Mi Amante Corazón de Padre de todos los hombres.

(Octubre 21)